viernes, 30 de agosto de 2013

Menos estrellas, pero con el mismo espíritu

Rumbo a España 2014, la Argentina debuta ante Paraguay; el desafío de mantener la identidad de la Generación Dorada


CARACAS, Venezuela.- Se alojan en el tercer piso del Gran Meliá Caracas, el casi militarizado hotel donde están todos los planteles. Y se hacen notar, por el vozarrón de Luis Scola cuando anda contento, por los sonoros chistes de Juan Gutiérrez al ingresar en un ascensor, y porque llevan en sus pechos una palabra que hizo historia grande en los últimos años en el básquetbol mundial: "Argentina". Pero bien conocidos para el gran público, para la gente que excede este deporte, hay uno solo: Scola. El resto intentará emular desde más abajo los éxitos de las estrellas esta vez ausentes, Manu Ginóbili, Andrés Nocioni, Carlos Delfino, Pablo Prigioni y Leo Gutiérrez.
¿Y qué es el éxito en este Campeonato FIBA Américas, que comenzará hoy? Pues como mínimo clasificarse para España 2014, ya que Caracas 2013 es un Premundial. Y como máximo, ganar el certamen y ser monarca continental, con la salvedad de que no participa Estados Unidos, ausente en Venezuela por tener ya asegurado su lugar como rey olímpico y del mundo en la gran cita del año próximo.
Caracas ofrecerá cuatro plazas para España, que estarán en juego entre diez seleccionados. Casi la misma proporción que en la eliminatoria del fútbol (cuatro "y media"), con la diferencia de que en esta competencia no habrá nítidos favoritos. Como suele pasar en el básquetbol internacional, son muchos los equipos competitivos y grande es la incertidumbre en cuanto a resultados. Máxime aquí, donde faltan tantas figuras por diferentes motivos.
El equipo albiceleste abrirá su camino esta tarde, contra Paraguay, uno de los adversarios más débiles del torneo. Su director técnico, el argentino Javier Rearte, no cuenta con su mejor jugador, el base Javier Martínez (capitán de Regatas Corrientes, el campeón de la Liga Nacional), víctima de un crónico problema de rodillas, ni con Bruno Zanotti, aquejado por un dolor de ciático. El choque, por el grupo B, tendrá lugar a las 15 de Buenos Aires y será televisado por DirecTV y por TyC Sports.
¿Y qué posibilidades tiene la Argentina? Según los amistosos, muy buenas: ganó ocho y perdió dos (sin contar los ocho éxitos y el único traspié por la copa Stankovic, en China, donde el plantel era parecido a éste). Y con Scola en la cancha cayó sólo una vez, de visitante contra Puerto Rico, en la definición de la Copa Tuto Marchand. Esta vez, el ya clásico juego albiceleste de equipo y de pase extra se ve un poco alterado por la gravitación que ejerce Luifa , la primera opción de ataque, pero a la vez ofrece múltiples variantes. Por su importancia, el hombre de Indiana Pacers atrae marcas y libera compañeros; además, incorporó los triples a su repertorio, y como el otro interno experimentado, Pipa Gutiérrez, es también un francotirador cuando sale de la zona pintada, la Argentina gana versatilidad y sorpresa. La base descansa en tres jóvenes: Nicolás Laprovittola y Facundo Campazzo, que deberían tener para diez años de convocatorias, y Juan Manuel Fernández, otro Sub 24, que puede ser también escolta. El titular en ese puesto es Selem Safar, un especialista en lanzamientos largos. Marcos Mata, pese a varios contratiempos físicos en la preparación, es un alero de enorme valía, muy completo y de buena estatura. Y Pablo Espinoza se le parece en características. Adrián Boccia, el otro 3, es el talento y la estética de movimientos. Entre los demás internos, además de Scola y la confiabilidad de Gutiérrez (un eficiente ejecutor de libres), están la puntería de Leonardo Mainoldi y los más chicos del plantel, Marcos Delía, que a los 21 años viene creciendo como pivote, y Matías Bortolin, que a los 20, está sumando experiencia en este nivel y con esta camiseta.
Da la impresión de que si ningún plantel sufriera bajas importantes, la Argentina, con sus otros basquetbolistas de NBA más Nocioni, aparecería como candidata más fuerte que en estas condiciones. Pero los demás conjuntos tienen también muchas figuras por extrañar. El más afectado en cantidad es Brasil, que no dispondrá de Leandrinho, Anderson Varejão, Augusto Lima, Marquinhos, Paulo Prestes (lesionados), Nené Hilario (entre lesión y renuncia), Lucas Nogueira, Vitor Faverani ni Fabio Melo. Así y todo tiene a Marcelinho Huertas, Alex García, Guilherme, Caio Torres y Rafael Heittsheimer, y al cordobés Rubén Magano en la dirección técnica. Venezuela lamenta la ausencia de Greivis Vázquez (NBA) y Gregory Echenique, pero Caracas 2013 añora más figuras que no realzarán el torneo: Al Horford y Charlie Villanueva (dominicanos de la NBA), Jason Granyer (Uruguay) y Peter John Ramos (Puerto Rico), entre otros.
Sin embargo, hay suficientes nombres importantes como para que su seguridad sea una preocupación en una ciudad que no ofrece tranquilidad. Tanto, que el gobierno bolivariano destina 2500 policías al certamen. Un acontecimiento para el que el Estado habrá gastado 60 millones de bolívares, o sea unos 54 millones de pesos o 9.500.000 dólares al cambio oficial. Pero aquí también hay cotizaciones paralelas. Un ejemplo, un participante de este torneo consiguió 35 bolívares por cada dólar, cuando el cambio oficial entrega 6,25. Como se verá, es mucho más variado que en Buenos Aires. Cuestiones de las economías irregulares.
Lo contrario, regularidad pura -en la victoria, claro-, querrá ser esta Argentina de Julio Lamas con vestigios de la Generación Dorada. La meta principal es llegar al Mundial, en el que sí aparecerían más héroes de esta década ganada en lo basquetbolístico. Con algunos casi noveles en el seleccionado mayor, la presión está, aunque no clasificarse en este compromiso no necesariamente implicará la marginación en España 2014, pues FIBA dispondrá cuatro invitaciones a su libre albedrío y la Argentina cuenta con antecedentes inmediatos y grandes estrellas como para recibir una de ellas. Pero entrar por la ventana no es la idea de Lamas, ni la de Scola ni la de nadie aquí. Porque aunque hay un solo miembro pleno de la Generación, el espíritu continúa en el equipo nacional. Eso, más allá de las conquistas, es su gran legado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario