Tras un par de flojas actuaciones, Argentina mostró su mejor cara del
torneo, superando con contundencia a México (llegaba invicto) por 98 a
78. Luis Scola fue el goleador con 25 puntos y Facundo Campazzo repartió
9 asistencias, en una noche donde se tuvo una eficacia de tres puntos,
fuera de serie (14 de 21).
Fue una tarde de reapariciones. La principal, sin dudas, fue la
vuelta a las fuentes de parte del equipo argentino, que desplegó un
sensacional juego de pases (27 asistencias) y estuvo mucho más pensante y
tranquilo, que en encuentros previos. Claro, México no propone la
presión defensiva de un Venezuela o Dominicana, pero el mérito no deja
de ser grande.
Pero más allá de lo global, también fue el momento en el que Luis
Scola volvió a ser el de siempre, y aunque alternó buenas y malas, se
mostró sumamente agresivo para atacar el aro, algo que acabó con 16
intentos de tiros libres.
El recuperado nivel argentino se notó desde el principio. Aunque el
primer cuarto terminó en paridad (26-26), los de Lamas se habían
mostrado mucho más seguros con la pelota, con un Scola decisivo adentro y
hasta encontrando puntos en las manos de Marcos Delia, quien recuperó
su lugar como titular.
México apenas se mantenía en el marcador con un arranque encendido
del Ala Pivot Héctor Hernández (15 en el período), anotando desde
adentro y afuera, pero desde lo colectivo ya se lo empezaba a ver
inferior.
En el segundo cuarto, los mexicanos aflojaron con su eficacia, en
gran parte por una muy dedicada defensa argentina (buen ingreso de
Laprovittola en la marca). En el otro costado, Pablo Espinoza volvió a
traer ofensiva desde el banco, comenzaron a entrar los triples abiertos y
Scola siguió sumando de a poco. Con todo esto, Argentina logró irse al
descanso arriba por 45 a 40.
Aunque la distancia era corta, Argentina estaba jugando distinto a lo
que le venía haciendo hasta ahora y eso se reflejaba en los números: no
solo terminó la mitad con un goleo altísimo, sino que además su Base,
Facundo Campazzo, entró al descanso largo con ya 7 asistencias
repartidas. Una clara muestra del volumen de juego en conjunto que se
tenía.
El partido comenzó a quebrarse en el tercer cuarto, con un gran
ingreso a cancha de parte de Juan Gutiérrez y un festival de triples
(Mainoldi, Safar, Laprovittola) que hicieron que la albiceleste
estableciera una máxima de 12 puntos (71-59).
Quizás disminuido por lo mostrado por su rival, o simplemente por no
tener jugadores de esas características, México no luchó demasiado por
volver al partido y eso hizo que el último cuarto transcurriera bastante
tranquilo para los de Lamas.
En los 10 finales siguieron cayendo triples desde todos los ángulos y
con un encendido Selem Safar, Argentina terminó logrando una victoria
por 98 a 78 que lo deja primera en el Grupo B, le devuelve cierta
confianza perdida y más importante aún, por la diferencia, lo deja bien
parado de cara a un posible triple empate con México y Dominicana.
Es complicado encontrar a este nivel una actuación ofensiva de este
calibre. Argentina estuvo a punto de anotar 100 puntos, lanzó un 57% de
campo, 67% en triples y tuvo 27 asistencias, contra apenas 7 balones
perdidos. Es cierto México entregó libertades, pero aun así, la
actuación fue para poner en un marquito.
Argentina 98: Facundo Campazzo 9, Selem Safar 18, Marcos Mata
13, Luis Scola 25, Marcos Delia 6 (FI); Nicolás Laprovittola 6, Pablo
Espinoza 8, Leo Mainoldi 6, Juan Gutiérrez 7. DT: Julio Lamas.
México 78: Jorge Gutiérrez 8, Orlando Méndez 13, Noé Alonzo 0,
Héctor Hernández 21, Gustavo Ayón 19 (FI); Paul Stoll 4, Pedro Meza 2,
Román Martinez 6, Lorenzo Mata 5. DT: Sergio Valdeolmillos.
Parciales: 26-26, 45-40, 71-59, 98-78.
Estadio: Poliedro de Caracas
Árbitros: Stephen Seibel, Cristiano Maranho, Jorge Vásquez
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