Cualquiera que conociera la conformación
del plantel venezolano (poco talento pero mucha intensidad), la
historia de ese básquet y la manera de dirigir de Néstor García, sabía
que Argentina iba a tener en frente a un rival que propondría un juego
de alto voltaje. Si a todo esto le sumamos el aliento de 15.000
personas, quedaba claro que los de Lamas estaban entrando en una
verdadera zona de riesgo.
Durante tres cuartos, el partido fue
exactamente eso. Venezuela entró a jugar a muerte cada posesión y a
correr el contragolpe ante cada oportunidad que tenía… fuera viable o
no. Para colmo, los del “Che” empezaron muy certeros con el tiro de
tres, y con un par de bombas del “Chamo” Pérez, tomaron rápida ventaja
en el marcador.
De todas maneras Argentina reaccionó con
un Juan Gutiérrez determinante en la zona pintada, que ayudó a combatir
el primer embate del rival y acabar el primer cuarto al frente por 22 a
21. Más allá de eso, el ritmo del partido era el conveniente para la vinotinto.
Lejos de cambiar el panorama del juego,
en el segundo cuarto el escenario se volvió aún más favorable para
Venezuela. Las entradas de Heissler Guillent y Gregory Vargas le dieron
gol al equipo, y sacaron provecho de un conjunto argentino que no podía
encontrar el aro con comodidad.
Luis Scola tuvo una continuidad de su
mala noche ante Dominicana, abriendo con apenas un 1 de 10 en la primera
mitad, frente a la muy buena marca de Miguel Marriaga. El tablero, tras
los primeros 20 minutos, mostraba al frente al local por 44 a 37.
Poco cambió en el tercer cuarto. Aunque
Argentina mejoró con el ingreso de Pablo Espinoza (de enorme rendimiento
en ambos costados) y logró recortar en cierta medida la diferencia, el
ritmo del partido seguía perteneciendo a Venezuela.
Los de Lamas parecían hacer todo lo
posible para ayudar al plan de juego del contrario: ofensivas
apresuradas, pérdidas, mala defensa perimetral, chances de rebotes
ofensivos y flojo retorno en la transición.
Que la diferencia fuera de apenas nueve,
tras los tres primeros cuartos (60-51) dejaba alguna señal de
esperanza, además de mostrar que más allá del esfuerzo, Venezuela
realmente carece de una jerarquía individual notable. Contra otro equipo
(Dominicana), jugar así te cuesta una distancia de, mínimo, 20 puntos.
Poco a poco, la cosa fue cambiando en el
último parcial. Por primera vez en el encuentro, Lamas encontró una
formación estable, con Campazzo en la base, Safar como tirador, Mata y
Espinoza aportando defensa y triples, y Scola intentando ser
determinante adentro.
Con esas premisas, Argentina fue
recortando la distancia, hasta que con un triple de Marcos Mata, logró
ponerse a dos (65-63). Allí se produjo una jugada que clave: Donta Smith
amagó el tiro, Luis Scola saltó y terminó cayendo sobre él, cometiendo
en el acto, su quinta falta.
De esa manera, Argentina perdía a su
máximo referente, que más allá de su mala noche (10 puntos, 12 rebotes,
4/14 de campo) no dejaba de ser una baja importante para el cierre del
partido.
Lejos de achicarse, allí fue donde apareció el Alma argentina, que aunque cambian los nombres y los apodos del equipo, siempre parece mantenerse, de generación en generación.
A Venezuela comenzó a pesarle la
responsabilidad de ganar el partido (11 puntos en el parcial) y con un
par de conversiones de Selem Safar, la albiceleste pasó al frente. De
todas maneras, el final del partido tenía reservado un espectáculo
aparte… o mejor dicho un monologo.
En una emocionante demostración de su
corazón, Facundo Campazzo se hizo amo y señor del encuentro, robando
pelotas, anotando en contragolpes, sacando faltas y metiendo algún que
otro triple clave, que nunca encontró respuestas del otro lado.
Sería una exageración decir que Campazzo
solo le ganó a Venezuela, pero esa fue la sensación que dejó el cierre.
La de un joven jugador de 1,80 que está haciendo sus primeras armas a
este nivel, superando a todo un estadio y un país en su contra. No lo
ganó él solo, pero el 77-71 final, sin dudas, tuvo un protagonista
descollante y fue el cordobés.
Con el triunfo Argentina queda con
mejores perspectivas de cara a lo que resta del torneo, quedando con
marca de 2-1 (mañana cierra el Grupo B contra México), mientras que
Venezuela terminó su pasó por la primera fase con record de 2 victorias y
2 derrotas.
Argentina 77: Facundo Campazzo
18, Selem Safar 10, Marcos Mata 8, Luis Scola 10, Juan Gutiérrez 17
(FI); Nicolás Laprovittola 2, Juan Fernández 0, Pablo Espinoza 12, Leo
Mainoldi 0. DT: Julio Lamas.
Venezuela 71: David Cubillán 2,
José Vargas 8, Donta Smith 11, Luis Bethelmy 2, Miguel Marriaga 7 (FI);
Gregory Vargas 4, Heissler Guillent 7, Héctor Romero 3, Axiers Sucre 11,
Rafael Pérez 14, Windy Graterol 0. DT: Néstor García.
Parciales: 22-21, 37-44, 51-60, 77-71.
Estadio: Poliedro de Caracas
Árbitros: Juan García, Eddie Viator, Michael Weiland
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